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Diez preguntas a Maria Volonte

La exploradora

(Por Flor Monfort)

1. ¿Por qué su último disco se llama 9 vidas?
–Podrían haber sido 9 mil… Me parece un número mágico, me hace pensar en la luna, en el misterio del embarazo y nueve eran las canciones que quería grabar. Pero lo más importante para mí es una suerte de “nueva vida” que inicié con este disco: me volví a conectar con la guitarra con la misma fuerza con la que empecé en las plazas o en los galpones, la época de Pan caliente y Los redondos, cuando todos estábamos defendiendo nuestra visión de la música. Mi mensaje es “esto es lo que soy aquí y ahora y lo voy a defender a rajatabla”.

2. Este disco fue grabado después de una larga gira, ¿cómo fue el proceso de creación?
–Desde fines de 2007 hasta fines de 2009 estuve fuera de Argentina. Y no sólo llevando mi música sino en una interacción con músicas de otras partes. Como resultado de ese viaje y de esa exploración, cuando volví lo hice con un puñado de canciones nuevas. Fue muy claro para mí que tenía que estar al frente de la banda y salir del esquema del cantante con su banda. Eso me reconectó con la idea de componer. Cuando vine a Argentina me reuní con amigos con quienes yo había hecho música, les mostré el material y ellos quisieron aportar su mirada. Hubo ganas, compromiso y creación con el material nuevo, que tiene perfume de tango, de jazz, de blues, ritmos que nacieron en ciudades portuarias participando de un espíritu de soledad, de la marginalidad de alguna gente que se mueve entre puertos.

3. ¿Ud. se siente un poco así, una marginal que se mueve entre puertos?
–Sí, tiene que ver con el espíritu del arte, esta cosa nómade que da al artista explorador. Yo seguí el impulso de correrme de lugares cómodos y seguros. A mí me gusta investigar, explorar debajo de la superficie, ver qué corrientes corren ahí. Disfruto de la aventura, romper con la rutina, no sólo para mi vida, sino cruzarme con otras visiones, otros artistas. Eso me apasiona y allá voy.

4. Al decidir irse tanto tiempo, ¿se topó con el para qué de su familia y amigos?
–Sí, me escribían y me decían “si tenés todo resuelto acá, ¿para qué te vas?”. Si hubiera sabido que iba a estar afuera dos años, no me hubiera ido, pero me di cuenta de que era algo que tenía que hacer. Si yo quería descubrir el significado de esa experiencia, tenía que vivirla a fondo sin protegerme, por eso decidí dejarme llevar. Obvio que me dio miedo, pero después se transformó en una suerte de fascinación por ver qué iba apareciendo.

5. Escuchada por otros oídos, ¿cuál es la devolución que más recuerda?
–Yo fui nominada al Grammy latino y empecé a investigar al público americano y me di cuenta cómo nuestra forma de vida, nuestro apasionamiento se expresa y trasciende la diferencia de idioma. Estando yo sola con la guitarra, descubrí que mi voz llega a la gente; ellos se sumergían en la propuesta como quien se sumerge en una experiencia espiritual. No mística sino de reencuentro con sensaciones y conceptos sobre la vida.

6. ¿Qué conceptos?
–El abrazo, el beso, la pérdida, la nostalgia, el placer llevado a extremos increíbles que después se transforma en soledad, la alegría de la entrega, del descubrimiento del otro. Cuando uno se sumerge en lo más verdadero de uno, termina encontrando una veta emocional que nos pertenece a todos, más allá de los estilos y las épocas. Hay algo mágico en ir al fondo de tu propia sensibilidad.

7. ¿Cuál es la diferencia entre grabar sus temas propios y los de otros?
–Hay muchas maneras de hacer performances, algunos prefieren ser impecables en el escenario. A mí me viene una especie de deseo de expresar y vivir arriba del escenario los muchos personajes que soy y las múltiples vidas que me ha tocado vivir. Creo que esa es la diferencia también a la hora de grabar.

8. ¿Qué es cantar para Ud?
–La vida es una elección, y el aburrimiento es una elección. Me interesa que mi música sea antorcha de eso, de lo interesante que es tomar las cosas que la vida te da, aun los defectos. No me interesa ser embajadora del tango, sino hacer asomar al público a una nueva experiencia y a una forma de vivir la vida.

9. Ud. tenía un perfil más asociado al tango y este disco parece marcar un cambio de rumbo, ¿por qué tomó esa decisión?
–Me quise permitir mezclar géneros, porque había partes de mi sensibilidad que se quedaban limitadas con la idea de sólo dedicarme al tango. De golpe la brújula para mí marcó claramente que me voy a sumergir en averiguar quién soy ahora, bancándome las imperfecciones. Y cuanto más me ocupo de decir esto es lo que yo soy aquí y ahora más fácil aparece el público correcto, comprendiendo quién es el artista y saliendo del estereotipo. En ese sentido soy una admiradora de Juana Molina, siempre le digo a su padre –de quien soy amiga– que ella es una especie de baluarte de coraje y de decisión. Me parece que es el ejemplo perfecto de dejar lo cómodo y seguir su propio camino.

10. ¿Y cómo fue la respuesta de su público?
–Maravillosa. En muchos sentidos la gente ha sido muy generosa conmigo. Yo no compito con los genios del virtuosismo musical, y la gente ha estado dispuesta a escucharme. Cuanto más subís la apuesta, más ganás, cuando estás arriesgándolo todo, hay algo que se reconstruye en una misma.

* María Volonté es cantante, compositora, ganadora del Premio Gardel y nominada al Grammy Latino. Además de sus numerosas actuaciones en Argentina, se ha presentado en Europa, América latina y en los Estados Unidos. En Munich protagonizó la ópera María de Buenos Aires, compuesta por Astor Piazzolla. Su discografía incluye siete álbumes, el reciente Nueve vidas, Sudestada (2007), Yo soy María (2006), Tangos (2004), Fuimos (2003), Cornisas del Corazón (1999) y Tango y otras pasiones (1996).