Thanks to my friends Jose Maria Francos -Technical Director of the Yerba Buena Center for the Arts- and dancer and choreographer Jose Navarrete, last weekend I had a wonderful experience: to visit and see first hand how artists live and work together at the famous Djerassi Resident Artists Program.
This incredible space is located in Woodside, California, about one hour south from San Francisco, in the middle of an astonishing landscape of woods, golden hills and lakes. But what struck me from the beginning was the beauty of the idea itself.
As soon as you enter the property you start noticing the presence of multiple works of art that the residents left behind through the years as a testament to their vision. One of the biggest attractions to visitors is taking long walks and discovering these hidden jewels on the road. They share land and sky with the few buildings where artists live, carefully conceived to favor both action and contemplation, surrounded by the intangible envelope of silence.
One of the highlights of my visit was meeting pianist and composer Andrea Clearfield, from Philadelphia, and having the opportunity of singing with her. She is not only very talented and extremely kind but also has this rare type of “inside-outside” beauty! When we arrived, Andrea was working on the piano finishing the music to accompany a performance from Jose Navarrete and his dance partner Debby Kajiyama. A few hours later that evening we saw how her music was the perfect match for every single movement they were doing. At a certain point she asked me if I would like to sing one of my songs with her. “Of course!” I said…but I didn’t have any piano charts with me. Computers saved my life once again and we were able to download the sheet music of “Postales,” one of my favorites tunes from “Sudestada.” Let me tell you…she was amazing! Andrea played the song with such refinement and passion, so attentive to every nuance of my singing…it seemed as if we had been doing this for ever!. A long, intense hug came after the ending. Words would be superfluous.
The whole experience was a great display of love and imagination and I want to thank all the artists that I met there for welcoming me into their world and sharing their meals, their enthusiasm and their artistry.
For me and my friends it was a magic day. Diving freely among live performances, paintings, sculptures, dancing and mesmerizing melodies, reducing the difference between real life and dreams to an extremely thin edge.
Here are some photos and some interesting links to explore.
Gracias a mis amigos José María Francos – Director Técnico del Yerba Buena Center of the Arts – y el bailarín y coreógrafo José Navarrete, el pasado fin de semana tuve una experiencia maravillosa: ver cómo los artistas viven y trabajan juntos en Djerassi, el famoso Programa para Artistas Residentes.
Este espacio increíble está en Woodside, California, alrededor de una hora al sur de San Francisco, en medio de un impresionante paisaje de bosques, colinas doradas y lagos. Pero lo que más me impactó fue la belleza de la idea en sí misma.
Tan pronto como uno cruza la entrada empieza a notar la presencia de varias obras de arte que los residentes han dejado a través de los años como un testimonio de su visión. Una de las mayores atracciones para los visitantes es dar largas caminatas y descubrir estas joyas ocultas por el camino. Estas obras comparten la tierra y el cielo con los pocos edificios donde viven los artistas, cuidadosamente concebidos para favorecer tanto la acción como la contemplación, rodeados por la envoltura intangible del silencio.
Uno de los momentos clave de mi visita fue conocer a la pianista y compositora Andrea Clearfield, de Filadelfia y tener la oportunidad de cantar con ella. No sólo es muy talentosa y amable:además es linda, por dentro y por fuera. Cuando llegamos, estaba en el piano terminando de componer la música para acompañar la performance de José Navarrete y su compañera de baile, Debby Kajiyama. Unas horas más tarde pudimos ver cómo las notas se transformaban en el marco perfecto para cada movimiento que ellos hacían. A un cierto punto Andrea me preguntó si me gustaría cantar una de mis canciones con ella.¨”¡Por supuesto!” le dije… pero yo no tenía nada conmigo. La compu me salvó la vida una vez más y descargué la partitura de Postales, una de mis canciones favoritas en Sudestada. Te digo algo … cantar con esta mujer fue increíble! Tocó con tal refinamiento y pasión, tan pendiente de los matices de mi voz … parecía como si hubiéramos estado haciendo esto desde siempre!. Cuando terminamos nos dimos un abrazo largo, intenso. Las palabras parecían superfluas.
Fue una muestra enorme de amor e imaginación y quiero dar las gracias a todos los artistas que conocí allí por darme la bienvenida a su mundo y compartir conmigo su comida, su entusiasmo y su arte.
Para mí y mis amigos fue un día mágico. Bucear libremente entre actuaciones, pinturas, esculturas, bailes y melodías fascinantes, convirtió la diferencia entre la vida real y los sueños en un límite casi imperceptible.
Aquí van algunas fotos y algunos links interesantes para explorar.
www.andreaclearfield.com www.djerassi.org
You guys are absolutly devine. Love you
jm