Ayer canté por primera vez en este maravilloso teatro de Córdoba que con sus 115 de antigüedad conserva la belleza imponente de un pequeño Colón, con una acústica, según dicen los expertos, aún más perfecta.
Emocionante la receptividad y la calidez del público; impresionante el talento, la eficiencia y el apoyo incondicional del equipo técnico del teatro; notable la difusión y la excelente organización del recital a cargo de Maximiliano Olocco, quien nos recibió además con exquisita hospitalidad. Y aquí me parece importantísimo señalar que la actitud tan respetuosa de este productor artístico no sólo prueba su amor genuino por la música y la cultura, sino que muestra bien a las claras que cuando alguien quiere seriamente hacer las cosas bien, se puede. Por eso disfrutamos no sólo compartiendo nuestro show sino también con cada instancia de nuestra estadía.
Gracias a todos por hacernos sentir como en casa y ojalá volvamos a encontrarnos en Córdoba muy pronto.